Los robots de trading
Los traders que creen en el mito del piloto automático, o lo que es lo mísmo, la aplicación de robots para operar en los mercados económicos con plataformas para ello, por ejemplo la llamada metatrader4, es muy habitual. Estos traders, consideran la búsqueda de la riqueza en la automatización de las operativas y creen en primera instancia en encontrar la riqueza muy rápida.
Algunas personas intentan desarrollar un sistema de inversión automático, mientras que otras personas compran sistemas de vendedores especializados en dichos robots. Personas que han tardado años estudiando especialidades como abogados,médicos, cirujanos, etc se dejan miles de euros en competencias enlatadas y de dudosa eficacia final.Desde luego, está claro que la mayoría de las personas lo hacen motivadas por la codicia, para no sufrir tomando decisiones y por incompetencia matemática.
Hace no tanto tiempo,, los sistemas eran escritos en papel, pero al día de hoy, se crean directamente en un ordenador y se vende por internet. Algunos son muy primitivo; otros muy elaborados con optimización integrada e incluso con reglas de gestión de capital. Muchos traders,gastan miles de euros buscando fórmulas mágicas que hagan que unas cuantas páginas de de código de programación se convierta una fuente de ingresos y riqueza inagotable.
Yo creo que las personas que pagan por sistemas automáticos, es comparable con los antiguos caballeros en la edad media que pagaban a los alquimistas por el secreto de cómo convertir metales en oro. Las especializaciones humanas como abogados, médicos, cirujanos, etc no se prestan a la automatización. Los sistemas de aprendizaje por ordenador no han remplazado a los profesores, y los programas para presentar impuestos no han generado más paro entre gestores y asesores fiscales.
La mayoría de las actividades de las personas requiere el ejercicio del juicio con un criterio asociado; las máquinas y los sistemas pueden ser de ayuda, pero desde luego para mí, no representan a las personas.
Imagina por un momento y analiza una cuestión evidente:
Imaginemos que alguien creara un robot de trading que realmente funcionara, para mí, se me plantea automáticamente una pregunta lógica. Si hubiera uno que realmente funcionara,¿Por que narices lo vendería?. Lo más lógico seria callarme, explotar dicho sistema he hincharme a ganar dinero para aburrir, ¿no?.
Al día de hoy, los únicos que ganan dinero con estos robots de trading, son sus creadores a costa de la ignorancia de personas que no se toman en serio el trading y no están dispuestos a aplicar el sacrificio y el esfuerzo necesario para conseguirlo por ellos mismos.
Algunos dicen que los hacen por que prefieren la automatización que hacer trading, otros dicen que venden sus sistemas para capitalizarse, estos son más sinceros, y otros por que quieren compartirlo con la humanidad, eso si, cobrando cifras disparatadas por algo como el humo.
Los mercados están siempre en continuo cambio, por lo que derrotan a los sistemas de inversión automatizada. Está claro que las reglas de ayer funcionarán peor que hoy, y seguramente dejen de funcionar por completo mañana. Un trader competente puede ajustar rápidamente sus métodos cuando detecta problemas o un mal funcionamiento. Un sistema automático de trading es menos adaptable a dichos cambios y al final acaba autodestruyendose.
Por poner un ejemplo muy acorde con este tema, las líneas aéreas pagan salarios muy altos a sus pilotos, a pesar de tener pilotos automáticos en la aeronave. Lo hacen por que solo un humano puede gestionar crisis tales como cuando el techo de un avión de pasajeros salta por los aires sobre el Pacífico, o cuando este pierde ambos motores a causa de una bandada de aves sobrevolando una ciudad.
La prensa y la televisión, han dado noticias de emergencias como esas, y en cada caso, pilotos experimentados consiguieron aterrizar sus aviones con soluciones improvisadas. Desde luego, ningún piloto automático puede hacer eso señores. Jugarse su dinero con un sistema automático es como jugarse la vida con un piloto automático en un avión. En el primer acontecimiento imprevisto en los mercados, hará que su cuenta se estrelle y arda en llamas.
Existe buenos sistemas de inversión en venta, pero aplicando simplemente el sentido común, jamás hay que delegar completamente el funcionamiento al piloto automático. Deberás mantener los ojos fijados en la pelota si no quieres que te rompa la nariz en un momento dado.